dijous, 11 d’agost del 2011

El fundamentalismo hindú propone una ley “anticonversión”

Católicos en Nepal
Katmandú (Nepal) , 8 Ago. 11 (AICA)

En el Reino de Nepal crecen las conversiones al cristianismo. Pero, al mismo tiempo, se siente el viento del fundamentalismo que quiere transformar el hinduismo en religión del Estado. Son algunos de los elementos más significativos que surgen de la entrevista, difundida por la agencia AsiaNews, con el padre Lawrence Maniyar, superior regional de los padres jesuitas. “Al contrario de lo que muchos pueden pensar, los hinduistas nunca han tolerado otras religiones. Cuando el hinduismo se siente amenazado, surge su verdadera naturaleza: el gobierno quiere introducir una ley para prohibir las conversiones, tan solo porque en los últimos años hubo muchos casos de personas que abrazaron el cristianismo”, afirmó.

En el Reino de Napal crecen las conversiones al cristianismo. Pero, al mismo tiempo, se siente el viento del fundamentalismo que quiere transformar el hinduismo en religión del Estado. Son algunos de los elementos más significativos que surgen de la entrevista, difundida por la agencia AsiaNews, con el padre Lawrence Maniyar, superior regional de los padres jesuitas.
 “La Iglesia católica, como las demás denominaciones cristianas, tiene que afrontar mayores bstáculos con respecto al pasado. En los últimos cuatro años, el fundamentalismo hindú creció muy rápidamente y hay un enorme esfuerzo para transformar al hinduismo en la religión del Estado, como sucedía antes de 1990. Ahora luchamos con fuerza para que esto no suceda. La clase política votó hace cuatro años para que Nepal fuera reconocido como un estado laico. Pero la mentalidad no cambió y la vieja guardia trata de volver a introducir la norma sutilmente. Sin embargo, esto provocó una mayor unión entre los líderes cristianos”, declaró el padre Maniyar.

A pesar de esta situación, se vienen dando muchas conversiones. “Cuando –contó el padre Maniyar– llegué aquí por primera vez, en enero de 1976, eran tan solo 3 los laicos que participaban en las misas dominicales, dos estadounidenses y un indio. Hoy, tras 60 años de presencia de la Iglesia, hay alrededor de 8 mil católicos. Esto indica que hay conversiones, pocas hacia el catolicismo y en mayor medida hacia el protestantismo. Este es uno de los motivos que empujó al ejecutivo a proponer la ley anticonversión”.

En los últimos cuatro años, los bautismos de adultos se realizaban en ceremonias públicas, pero ahora temen que esta costumbre siga por mucho tiempo. “Si aprueban la ley en el Parlamento, tendremos que regresar a los bautismos clandestinos”, se lamentaba el jesuita.

La cuestión de la libertad de religión también parece muy delicada en Nepal. Muchos que forman parte del poder ejecutivo de Nepal -finaliza el superior general en su entrevista-, creen que nadie tiene derecho a cambiar de religión. Los cristianos no somos cristianos porque lo eran nuestros padres; no somos hinduistas porque el Estado nos lo impone; somos cristianos porque decidimos ser cristianos”.