dijous, 25 de febrer del 2010

Déu es negra i sense papers

Rebut a través d'ECLESALIA, el dia 23.

HELENA MALENO GARZÓN, colectivo Caminando Fronteras, h.maleno@hotmail.com
TÁNGER (MARRUECOS), 16 de febrero 2010

DIOS ES NEGRA Y SIN PAPELES*

Imagina que diste a luz el domingo pasado en un hospital público marroquí. Un niño precioso
Imagina que te dieron el alta al día siguiente, lunes.
Imagina que volviste a casa, cansada, sangrando del post-parto, con dolores aún en un útero que lucha por volver a su sitio.
Imagina que en casa te está esperando tu niña de dos años y dos meses y tu pareja
Imagina que esta mañana mientras bañabas al bebé comenzaste a ver que le costaba respirar.
Imagina que corriste al hospital público marroquí.
Imagina que te dijeron que no podían atenderte.
Imagina que fuiste dos veces.
Imagina que la tercera vez tu bebé dejó de respirar casi en la puerta del hospital.
Imagina que pediste auxilio por tu bebé muerto.
Imagina que se lo llevaron a la morgue del hospital.
Imagina que a ti, a tu niña de dos años y dos meses y a tu pareja os llevaron a comisaría.

Ahora imagínate retorciéndote de dolor en las entrañas, el dolor agrio de la muerte de tu hijo, el dolor de un útero que te recuerda recién parida, el dolor de una leche que sube a tus senos duros como piedras. Pero imagínate NEGRA, imagínate AFRICANA, imagínate POBRE, imagínate SIN PAPELES.

Estás sentada, doblada sobre tu vientre en aquel sucio despacho de policías que van y vienen y te hablan en una lengua que no entiendes. Allí te miro e intento traducirte las preguntas que me parecen estúpidas, crueles e inhumanas.

Quieren saber qué hacéis en su reino, cómo habéis entrado y cuánto tiempo lleváis aquí. Quieren saber cómo os llamáis, cómo se llaman vuestros padres y porqué habéis venido.

Tu pareja grita y pide piedad. Sabe que todas las preguntas van dirigidas a justificar una deportación al desierto. Tu pareja grita y te tranquiliza llamándote “honey”.

Tu niña sonríe, juega con su gorro y canta “haleluya”.

La policía busca un intérprete de árabe a inglés para hacer el parte y llevaros a Tribunal.

Me dices que si te deportan al desierto y allí te violan no crees que aguantarás el dolor, que aún estás recién parida.

Un policía se me acerca y me pregunta: ¿Por qué hacéis esto? ¿Por placer? Este amable policía llama “esto” a acompañar a unos padres sumidos en el dolor, a comprar algo de comida para una niña que lleva todo el día sin probar bocado y a intentar traer un poco de humanidad o al menos de buen trato a esa puñetera comisaría.

Entonces le miro, me horroriza su frialdad, y le contesto, lo hacemos por amor. Veo en él a esos seres que comen, cagan y hacen de policía para poder seguir comiendo y cagando. Siento lástima.

Detienen a tu pareja en comisaría y me dicen que como caso humanitario te dejan dormir en casa. Mañana tienes que pasar el Tribunal junto a tu marido.

Te hundes. Es la primera vez que te veo enderezar ese vientre que te duele. Gritas y lloras hasta que un policía te manda callar.

No lo soporto, me puede la escena y le pido por favor que entienda que tu hijo ha muerto hoy, que estás recién parida, que te duelen las entrañas.

Me responde con desprecio que en este reino hay unas leyes, que aquí se hace lo que dice el procurador del rey y que tú eres una NEGRA CLANDESTINA.

Mañana iremos al Tribunal, mañana un hombre de este reino decidirá si te tiran a ti y a tu niña al desierto de madrugada. A partir de ahí la suerte decidirá si serás violada, si tu hija será raptada o por qué no violada también.

Imagínate que todo eso te ha pasado hoy.
Imagínate que a todas nos duelen sus entrañas.
Imagínate que a todas nos duelen nuestras entrañas.

*Así lo he recibido. Así lo reenvío. Y seguiré arrodillándome, porque hoy he visto a Dios en negro y sin papeles.
+ Fr. Santiago Agrelo Martínez
Arzobispo de Tánger

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia)

diumenge, 21 de febrer del 2010

Deu maneres de donar gràcies pels sacerdots

A fi que no es perdi entremig de tanta informació, copio exactament la notícia de l'agència Zenit. Ho deixo tal i com està, sense fer-ne cap comentari. Algunes propostes són, crec, força bones.

Diez formas de dar gracias por los sacerdotes

MADRID, domingo, 21 febrero 2010 (ZENIT.org).- Con motivo de la celebración del Día del Seminario, el 19 de marzo, la Conferencia Episcopal Española (http://www.conferenciaepiscopal.es) ha publicado a manera de subsidio un decálogo en el que presenta diez formas de dar las gracias por los sacerdotes.

"Todos estamos comprometidos en la ayuda y renovación de los sacerdotes, estar cerca de ellos, colaborar, interesarse por el seminario", explica el documento.

Por eso ofrece "algunas sugerencias para celebrar en las parroquias, en las comunidades cristianas, en los grupos o movimientos eclesiales este Año Sacerdotal, desarrollando algunas de estas actividades que, movidas por el amor y la fe en el misterio sacramental que es la vida de cada sacerdote, podrían estar presentes hasta que finalice en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús".

Publicamos las "Sugerencias para dar las gracias por nuestros curas".

Decálogo

1.Celebrar el día del párroco, con el título «Los sacerdotes de mi parroquia». Se podría tener una celebración eucarística, a la que se invitaría a todos los sacerdotes vivos que han pasado por una misma parroquia en la que han ejercido su sacerdocio. Un detalle también significativo sería el poder elaborar un mural con las fotografías de esos sacerdotes, ordenadas de forma cronológica (los años que han estado sirviendo a la parroquia), así como la tarea de recabar una breve biografía de cada uno de ellos.

2.Las parroquias podrían también tener un recuerdo para con las vocaciones sacerdotales que han nacido en el seno de esa comunidad. Idear y concretar una fecha en la que se puedan reunir todos sería un buen testimonio.

3.Organizar una visita a las casas-residencias sacerdotales que la diócesis tenga. Quizá estamos más acostumbrados a ese otro tipo de residencias más genéricas donde viven nuestros mayores, bien sean familiares o paisanos. Existen también casas-residencias donde los sacerdotes jubilados son atendidos en esta etapa dorada de sus vidas. Seguro que agradecen este tipo de detalles, máxime en este año.

4.Organizar una peregrinación al seminario diocesano. Es necesario que las comunidades cristianas conozcan de primera mano el lugar donde los jóvenes se forman para ser en un futuro sacerdotes. Los seminarios están capacitados para llevar a cabo este tipo de acogidas de grupos, comunidades y parroquias que se acerquen al lugar signo de la vocación en la diócesis.

Se podrían declarar «a modo de templos jubilares» las capillas de los seminarios diocesanos e invitar a que los fieles peregrinen corporativamente a ellos, rogando por los sacerdotes y las vocaciones al sacerdocio. Todo ello complementado con los sacramentos de la confesión y comunión, y la oración por las intenciones del Papa.

5.En la Misa dominical no debería faltar una petición por los sacerdotes y las vocaciones al sacerdocio en la oración de los fieles.

6.Revivir y extender la práctica de los «jueves eucarísticos» mediante la prolongación de la acción de gracias después de la comunión con la adoración del Santísimo Sacramento, expuesto en la custodia, y recitar la oración aprobada para este Año Sacerdotal.

7.Resaltar y cuidar la celebración del Jueves Santo, «día eminentemente sacerdotal». También, poder participar de la Misa Crismal, uniéndose en oración a los sacerdotes que en ese día renuevan, junto con el obispo diocesano, sus promesas sacerdotales.

8.Conocer a los candidatos que van a ordenarse en este año.

9.Programar actividades catequéticas y pastorales que ahonden en la figura del sacerdote por medio de talleres de lecturas (biografías de sacerdotes ejemplares y santos) o la práctica del cine fórum (recomendamos la web http://www.cineyvocacion.org, en donde hay una sección de películas relacionadas con el Año Sacerdotal).

10.Con los diferentes movimientos familiares, de profundización en la fe, grupos y comunidades se puede reflexionar sobre el papel de los sacerdotes en su función de «consiliarios espirituales» y el servicio ministerial que prestan en su labor de acompañamiento y sostenimiento para que el grupo crezca humana y cristianamente.