dilluns, 1 de novembre del 2010

"Se ha encendido la mecha de la campaña contra los cristianos de Irak"

Imagen  de "Religión Confidencial"
Fuentes varias.

Al menos 52 personas han muerto y otras 67 han resultado heridas durante la liberación de un grupo de rehenes retenidos por hombres armados en una iglesia en el centro de Bagdad. Los terroristas, al parecer miembros de Al Qaeda, reclamaban al Gobierno la liberación de presos en Irak y Egipto a cambio de los rehenes. 

Fuentes policiales iraquíes han explicado que las víctimas, entre las que se encuentran secuestradores, rehenes y miembros de las fuerzas de seguridad de Irak, se han producido durante los enfrentamientos entre agentes de la Policía antiterrorista y los insurgentes, que irrumpieron ayer en la iglesia de Sayida An Nayá (Nuestra Señora de la Salvación) después de lanzar un ataque contra la sede de la Bolsa de Bagdad, también en el centro de la ciudad.

La coalición insurgente Estado Islámico de Irak -de la que forma parte "Al Qaeda en el País de los Dos Ríos", filial de la red terrorista en Irak- se ha atribuido el ataque en un comunicado difundido a través de Internet, según informa la CNN.  "Que el gobierno apóstata sepa que se ha encendido la mecha de la campaña contra los cristianos de Irak", subraya la nota del grupo.

Los supervivientes han relatado que se disponían a comenzar la misa del domingo cuando hombres armados entraron en la iglesia. Uno de los clérigos llevó a la multitud a una sala trasera.

El portavoz del ejército de los EEUU  ha afirmado que hasta 120 personas fueron tomadas como rehenes, de los cuales al menos 13 -incluidos dos niños- consiguieron escapar. Uno de los asaltantes entró entonces en la habitación trasera y arrojó un explosivo. 

Antes, los milicianos habían atacado la Bolsa de Bagdad, relata la Policía, que señala que en este lugar murieron dos guardias y resultaron heridos otros cuatro. A las puertas del edificio los terroristas hicieron explotar dos coches bomba. Cuatro individuos entraron poco después en la iglesia, cercana al edificio de la Bolsa, después de enfrentarse con las fuerzas iraquíes que pretendían repeler el ataque. Los terroristas reclamaban al Gobierno que liberase a una serie de presos en Irak y Egipto a cambio de los rehenes.

Las autoridades desalojaron y acordonaron la zona próxima al centro de culto, y más adelante ordenaron a los secuestradores que liberaran a los feligreses bajo la amenaza de irrumpir en la iglesia. Tras varias horas en tensa calma, "se desató el infierno", narra Martin Chulov, periodista del diario británico The Guardian, que presenció la escena. Los asaltantes acribillaron a los rehenes y después se suicidaron con chalecos explosivos cuando las fuerzas de seguridad trataron de entrar en el templo.


El balance de muertos y heridos ofrecido por el viceministro teniente general Kamal sólo incluye las víctimas civiles y de las fuerzas de seguridad, no los milicianos muertos durante el asalto. 
La Iglesia de Nuestra Señora de la Salvación ya fue objeto de un ataque de los islamistas en agosto 2004, cuando este templo y otras cuatro iglesias de Bagdad y Mosul sufrieron una ofensiva coordinada en la que murieron 12 personas. 
En Iraq, un país mayoritariamente musulmán y chií de 23 millones de habitantes, viven aproximadamente 1,5 millones de cristianos divididos en diferentes ramas (caldeos, coptos,  católicos romanos, melquitas, maronitas y ortodoxos griegos).
El tema de la seguridad de los cristianos en tierras musulmanas, especialmente en Oriente Medio se ve con preocupación  desde hace años sin que por el momento se haya logrado ningún acuerdo en los países afectados para recuperar la convivencia pacífica entre religiones que ha existido durante siglos.