Un informe realizado por un centro de investigación y análisis de Pakistán, inspirado en los principios del fundador de la patria, Mohammed Ali Jinnah, afirma que el gobierno debe abordar el problema del aumento constante de la
violencia contra los cristianos, que son las primeras víctimas de la persecución.
En este país asiático se registra un aumento constante de la violencia contra las minorías religiosas y los cristianos. El informe -titulado “Una cuestión de fe” (A Question of Faith)-, al que ha tenido acceso la agencia
Fides, concluye que el gobierno tiene que afrontar este tema para garantizar la libertad, la democracia y el estado de derecho.
El Centro de investigación está presidido por la parlamentaria musulmana Sherry Rehman, del Pakistan People’s Party, el partido que está en el Gobierno actualmente. Considera crucial la condición y la libertad de las
minorías religiosas en el país, y por ello ha presentado al gobierno 23 recomendaciones que incluyen: la abolición de la ley sobre la blasfemia, o al menos modificarla sustancialmente para prevenir el abuso; aprobar nuevos
artículos del Código Penal de Pakistán para castigar a quienes inciten al odio religioso o la violencia; eliminar la impunidad de que gozan los líderes musulmanes que predican en las mezquitas; y reformar la policía y el
sistema judicial.
El informe insta al Gobierno a revisar el funcionamiento de los tribunales islámicos y a establecer una nueva autoridad independiente, el “Special Ombudsman” (basándose en el modelo del defensor de los derechos de los
ciudadanos que existe en la Unión Europea), que pueda ser un punto de referencia para la protección de las mujeres y las minorías.
La investigación se ha basado en entrevistas realizadas a 125 líderes de la sociedad civil, de organizaciones no gubernamentales y comunidades religiosas minoritarias, que se han llevado a cabo entre diciembre de 2010 y
abril de 2011.
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