divendres, 30 de març del 2012

El cardenal de Viena confirma a un homosexual como miembro de un consejo parroquial

De Religión Digital

¿Se ha de permitir a un homosexual, que vive abiertamente con otro hombre, ser miembro de un consejo parroquial (laicos que asesoran al cura)? Esta es la pregunta que ha levantado grandes pasiones en Austria en los días pasados, como informaba el diario vienés Die Presse.

Florian Stangl fue elegido para el consejo parroquial de Stützenhofen, un pueblo de la Baja Austria en la región del Weinviertel. Allí no encontró demasiado entusiasmo por parte del párroco, Gerhard Swierzek.

Para sorpresa de algunos creyentes, Stangl, y su pareja, consiguieron un cita rápida con el cardenal Christoph Schönborn, que al parecer los invitó a comer, o, al menos, charlaron con él detenidamente. Die Presse aseguraba que el cardenal Schönborn era partidario de que a Stangl no se le excluyera del consejo parroquial, pero la decisión aún no se había hecho pública... Hasta esta tarde. Efectivamente, Schönborn ha confirmado a Stangl en su puesto, según informa la agencia católica austriaca Kathpress.
Mientras tanto, el sacerdote de Stützenhofenha recibido amenazas, le han echado gasolina por una ventana de su casa y un periódico local, el Bezirksblätter, ha propagado la información falsa de que se ha ido «de vacaciones».

Die Presse relata que esto último ha enfurecido al párroco. Swierzek había llegado a presentarse en la casa del redactor del Bezirksblätter que firmaba la información sobre sus «vacaciones», y le había increpado y amenazado con una denuncia. El vicario general, Nikolaus Krasa, ha aconsejado a Swierzek que se calme y no entre en disputas con los periodistas.

(Rd/Agencias)

Seguro que si buscan, también encontrarán a laicas que optan al sacerdocio asesorando en labores de Iglesia, aunque seguramente no lo pregonarán. 

En el caso de esta noticia, quizás esta decisión no haga ninguna gracia a nivel institucional, pero puede que resulte de gran utilidad para sean acogidos adecuadamente en la Iglesia muchos hombres y mujeres que se encuentran silenciando su condición y su compromiso con otra persona, incluso cuando participan activamente en la vida eclesial.