divendres, 23 de setembre del 2011

Carta abierta de Wir sind Kirche a las iglesias reformadas


via Redes Cristianas

Carta abierta del movimiento eclesial popular “Somos Iglesia de Alemania” a todas las iglesias reformadas con motivo de la visita del Papa en 2011


Estimados señores y señoras, hermanos y hermanas en la fe de Cristo, la visita del Papa Benedicto XVI, el día 23 de septiembre de 2011, al monasterio agustiniano de Erfurt, donde Martín Lutero estuvo como monje entre 1505 y 1511 –es decir, hace exactamente 500 años- nos proporcionará unas fotografías espectaculares y seguro que pasa a los libros de historia. No obstante, se han previsto tan sólo 35 minutos de conversación, en un primer momento era incluso menos. Como movimiento reformista católico nos lamentamos de que las expectativas ante este encuentro se hayan atenuado ya de ante mano por parte del catolicismo oficial. Apelamos, por lo tanto, a todos los participantes: a pesar de la brevedad del encuentro no debería quedarse en un intercambio de buenos de deseos, antes al contrario, se debería inaugurar un diálogo real, cara a cara, con objeto de avanzar definitivamente en el ecumenismo con las iglesias reformadas.
Las cristianas y cristianos alemanes esperamos que la Iglesia Católica Romana reconozca a las iglesias reformadas como hermanas con los mismos derechos, tal y como menciona el Papa Präses Nikolaus Schneider en su carta: como “queridos hermanos en Cristo”. Se ha de revisar en este punto la declaración “Dominus Iesus” (de Joseph Ratzinger del año 2000, en aquel entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ratificada por él mismo como Papa en 2007). Las iglesias reformadas no son iglesias de segunda categoría, antes bien, comparten una tradición de 2000 años y la responsabilidad de transmitir el mensaje de Jesucristo.
Las cristianas y cristianos alemanes esperan algo más que aclaraciones teóricas sobre las sensibilidades de las diferentes iglesias. Las conversaciones ecuménicas y el diálogo oficial y no oficial de las últimas décadas ya han aportado suficientes aclaraciones. En estos momentos esperamos signos claros, tal y como anunció el Papa Benedicto el día de su elección. Una vez que en Magdeburgo, en el año 2007, se produjo el mutuo reconocimiento del Bautismo, le toca ahora el turno a la eucaristía y a la comunión, como cuestiones a clarificar con carácter de urgencia. Los matrimonios mixtos, en especial, tienen derecho a una regulación digna, ya existente en otros países. En este punto se le pide al Papa que se manifieste con claridad, tal y como espera el comisionado para asuntos católicos de la Iglesia Evangélica Luterana, el obispo Dr. Friedrich Weber.
Las cristianas y cristianos alemanes esperan que el Papa no sólo se pronuncie sobre el Lutero “católico” lleno de dudas de fe, sino también que reconozca como legítima su posterior y bien fundamentada crítica a la Iglesia y a las prácticas de aquella época: la injustificada ambición de poder de los Papas, el mercadeo de indulgencias exigidas por Roma, y la fiscalización de todo el sistema eclesial. Así como que se reconozca y valoren los logros de Lutero que aún hoy perviven en la Iglesia Católica Romana. Sirvan de ejemplo: la doctrina de la justificación, la relevancia de las Sagradas Escrituras, el llamamiento a la “libertad del cristiano” y a la continua necesidad de renovación de la Iglesia. Desgraciadamente, el Papa no visitará los lugares de la Reforma en la ciudad de Wittenberg, lo que hubiera sido un signo aún más fuerte de ecumenismo.
Las cristianas y cristianos alemanes ya no ven las cuestiones relacionadas con la eucaristía y la comunión, el celibato, la comprensión de los cargos conforme a las escrituras y el sacerdocio femenino como temas exclusivos y de organización interna de la Iglesia Católica, sino como cuestiones de toda la iglesia, que afectan a la credibilidad de las Iglesias y del Cristianismo en general. Consideramos, por lo tanto, que las y los representantes de las iglesias reformadas tienen el derecho, e incluso el deber, de plantear fraternalmente una serie de cuestiones críticas con relación a la doctrina y praxis actual de la Iglesia Católica Romana.
La división y falta de reconciliación entre las Iglesias cristianas le resta credibilidad a nuestro testimonio ante otras religiones y ante el mundo. Dados los múltiples desafíos de nuestra época, si queremos cumplir el mandato de Jesús “para que todos sean uno” (Juan 17, 21), no tiene sentido trabajar por delimitar y perfilar cada una de las Iglesias, sino desarrollar el perfil del Cristianismo en su totalidad.
Con la esperanza de que quienes dirigen las diferentes iglesias y el pueblo de todas ellas deseemos ir haciendo camino, ecuménico, codo con codo, con respeto mutuo, centrados en los que nos une, saludamos a todos los participantes en el encuentro del 23 de septiembre de 2011.

Eva-Maria Kiklas, Miembro de la presidencia del 1º congreso ecuménico de las iglesias, en representación de Somos Iglesia y el equipo nacional del movimiento eclesial popular Somos Iglesia (Wir sind Kirche):

Sigrid Grabmeier
Wilma Kaegebein 
Georg Kohl
Magnus Lux 
Gisela Münster 
Christian Weisner

Traducción de Ana Moreno