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Episcopal News Service, 16 de mayo de 2011por Matthew Davies [Episcopal News Service]
Es el anochecer del viernes en Qatar y el llamado islámico a la oración resuena a través de la ciudad capital de Doha, pero no es sólo la comunidad musulmana la que se prepara para adorar.
En una sección de Doha, una creciente urbanización que ha llegado a ser conocida como Church City [Ciudad Iglesia], miles de trabajadores migrantes cristianos adoran libremente con el visto bueno de las autoridades qataríes.
El cristianismo en este estado islámico fue una vez una religión clandestina, pero hoy se encuentra floreciente, gracias en parte a personas como el Rdo. Bill Schwartz, sacerdote anglicano y misionero de la Iglesia Episcopal.
En una parte de Church City, Schwartz supervisa la construcción de un Centro Anglicano. Más de 10.000 cristianos protestantes de 37 denominaciones ya acuden a adorar en el Centro Anglicano y muchos más están a la espera de que haya espacio disponible. “Lo que estamos estableciendo —no sólo en el edificio, sino en nuestra presencia aquí, en nuestras relaciones y en la imagen del cristianismo que tienen las personas de la localidad— es lo que será el cimiento de las relaciones de cristianos y musulmanes en este país por los próximos 50 ó 60 años”, dijo Schwartz a ENS. “Es un gran privilegio, es una gran responsabilidad, pero ciertamente estamos viendo las bendiciones de Dios y todos nos regocijamos”.
Los católicos romanos, los ortodoxos sirios y un grupo de iglesias de la India ya han terminado sus edificios en Church City. En tanto, los ortodoxos coptos, los ortodoxos griegos y los anglicanos siguen haciendo progresos, dijo Schwartz.
Hasta hace poco, Qatar era visto como un país puramente islámico, pero un nuevo liderazgo explotó los vastos recursos de gas natural y se produjo el desarrollo económico. El emir de Qatar, el jeque Sheikh Hamad bin Khalifa Al Thani, sabiendo que tal desarrollo atrae el trabajo de migrantes y diferentes tradiciones religiosas, proporcionó la tierra para Church City.
El emir cuenta con un amplio apoyo porque ha utilizado la riqueza de Qatar para el bienestar de los ciudadanos del país: para desarrollar la infraestructura, la atención sanitaria y la educación. Qatar es considerado ahora como el país con el ingreso per capita más alto del mundo, sin embargo, la gran mayoría de los cristianos que vive en el país proviene de países en desarrollo y trabaja por bajos salarios en la construcción o en la industria de servicios, explicó Schwartz. Él sigue en tratos con el gobierno para mejorar su situación. “Todos apreciamos el aliento que recibimos del gobierno para establecer la presencia de la comunidad cristiana en este país mediante la construcción de iglesias, aunque ninguno de los ciudadanos de Qatar son cristianos”, dijo Schwartz. “Aun así, hay cientos de miles de cristianos que han encontrado empleo y han hecho su vida aquí, y nuestras iglesias están rebosantes”.
Durante la mayor parte de los días de la semana el Centro Anglicano se utiliza para el culto u otros eventos religiosos tales como estudio bíblico y actividades de los jóvenes. Pero el viernes —el día sagrado en los países islámicos, y el único día de la semana en que la mayoría de la gente no trabaja— el centro se llena con un estricto horario de cultos para las congregaciones de varias tradiciones cristianas, incluidas las de África, India, Indonesia y las Filipinas.
Ministrar a los niños es también un servicio esencial del centro, que tiene salones especialmente diseñados para la Escuela Dominical, conocida como Escuela del Viernes en este contexto. Un pastor africano explicaba que, hasta que el Centro Anglicano abrió, los niños tenían que reunirse afuera en el calor y el polvo del desierto.
Schwartz, que también presta servicios como arcediano de la Diócesis de Chipre y del Golfo, está comprometido a garantizar que el Centro Anglicano funcione como un reloj. Pero él también le agradece a un equipo comprometido [con este trabajo] y dice estar bien consciente de la necesidad de delegar y alienta el surgimiento de nuevos líderes en la comunidad.
Aun así, hay ciertos papeles que sólo Schwartz puede desempeñar. Él es uno de los dos sacerdotes que actualmente tienen licencia para celebrar matrimonios cristianos en Qatar. Como tal, la preparación de las parejas para el compromiso de por vida del matrimonio es un ministerio importante y Schwartz ha celebrado 104 bodas en poco más de dos años y medio.
Schwartz es muy respetado por su ministerio en Qatar y por sus 38 años de servicio en el Oriente Medio como un todo. Es un ministerio por el cual fue nombrado en 2007 Oficial de la Orden del Imperio Británico, una condecoración que otorga el soberano británico. Schwartz también ministra a su propia congregación, la iglesia episcopal de la Epifanía, que sigue reuniéndose en el gimnasio de una escuela hasta que haya espacio suficiente en el Centro Anglicano. La congregación está integrada por unas 600 personas y forma parte de la Diócesis de Chipre y el Golfo. “Somos la congregación más internacional que yo jamás haya visto en la iglesia de la Epifanía”, afirmó Schwartz. “La increíble cooperación entre cristianos de todo el espectro religioso —pentecostal-evangélico-tradicional— para sostener y levantar esta iglesia es un testimonio de un tipo de unidad cristiana no vista en muchos lugares de este mundo”.
La construcción del Centro Anglicano comenzó en agosto de 2008, pero el edificio sólo está terminado en un tercio y el proyecto aún necesita 5 millones de dólares. Pese a la riqueza de la nación y a su tolerancia hacia el cristianismo, parecería poco ético a los ojos de las autoridades islámicas que ciudadanos qataríes respaldasen económicamente el centro, por lo cual la recaudación de fondos de los cristianos de la localidad es esencial.
Jaywant Michael, miembro de la congregación de la Epifanía y del comité de finanzas para el proyecto del edificio, señaló: “aunque se llama Centro Anglicano, realmente es para toda la comunidad aquí. Nos da una clara identidad y una presencia en este lugar. Debemos ser agradecidos de que podemos adorar bastante libremente en este lugar”.
Otras 23 denominaciones están buscando espacio para celebrar sus cultos, y Schwartz conoce de muchos otros cristianos que pueden querer usar el centro en el futuro. “Es realmente importante mostrarle a la gente del lugar que el cristianismo no es una religión occidental, sino que el cristianismo es una religión global”, dijo el Rdo. Jebaraj Devasagayam, que llegó recientemente de la Iglesia del Sur de la India para ayudar a Schwartz con sus responsabilidades pastorales in Qatar. Devasagayam dirige también una congregación tamil, una de las últimas comunidades en reunirse en el Centro Anglicano. “Cuando vine a Doha pensando que iba a adorar en una iglesia anglicana, nunca me imaginé ni la mitad de la variedad que tenemos aquí”, dijo. “Muestra 16 millones de colores”.
– Traducido por Vicente Echerri.
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