dissabte, 14 d’abril del 2012

Mujeres ordenadas... reflexiones breves

- Jueves Santo: Benedicto XVI rechaza de nuevo la posibilidad de ordenar mujeres, diciendo que la Iglesia no está autorizada a hacerlo. Una afirmación discutible, en la que no entraré ahora.

- Sábado después de Pascua: Dos mujeres pertenecientes a la Iglesia Católica Romana serán ordenadas en los Estados Unidos, después de años de discernimiento y espera, dentro del movimiento Roman Catholic Women Priests.

Una de ellas ha sido religiosa durante 25 años. La otra es seglar y madre de una hija ya casada. Ambas tienen estudios civiles y eclesiásticos y se dedican preferentemente a la atención a las personas sin hogar, a la relación ecuménica y los estudios bíblicos.

- Una de las mujeres tiene 68 años. Son muchas las que mujeres maduras que dan este paso y transgreden la ley eclesiástica después de estar esperando toda la vida a que las circunstancias -o el parecer de los hombres- cambien. Un acto de valentía que quizás se puede asumir con mayor libertad cuando se han cumplido muchos años. En todo caso, la señal también de que la vocación no desaparece con el tiempo, aunque los hombres de la Iglesia pretendan encauzarla proponiendo caminos alternativos.

- Si la vocación, toda vocación, viene de Dios, entonces todos los discursos de los hombres a favor o en contra de la ordenación de las mujeres son vanos.


- Si toda vocación viene de Dios, cada una debe ser discernida individualmente y con honradez, se trate de hombres o mujeres. Lo contrario es ser injusto con Dios mismo.

- Casi todos conocemos a mujeres con vocación sacerdotal. Seguramente no lo dirán, pero... A veces, algunas levantan levemente el velo que las oculta. Yo las he encontrado entre seglares y religiosas, tanto de vida activa como contemplativa.

- Cualquier obispo debería estar contento de contar con personas que han sido probadas durante años en su vocación y han sido fieles al Señor a pesar de tantas dificultades.

Honestamente, deberían preguntarse cuál es la verdadera razón de que no se alegren delante de tal nivel de fortaleza cuando se trata de mujeres.

- Hechos:

  • Las ordenaciones de mujeres continúan a pesar de ser castigadas con la máxima pena canónica.
  • Más y más personas están a favor de que las mujeres sean ordenadas.
  • Hay más mujeres que siguen esperando o preparándose para la ordenación.

¿Qué os parece? 
¿Quién se cansará antes: los hombres de decir "no" o el Espíritu Santo de decir "SÍ"?