Los obispos pierden un millón de euros al mes con 13TV, su última aventura mediática
Barriocanal tiene garantizados 14 millones de euros para su ‘chiringuito’ televisivo procedentes de la Conferencia Episcopal
Pedro de Villanueva | 02/octubre/2011
Definitivamente, la Iglesia no tiene suerte con sus medios de comunicación en España. Todavía colea en las hemerotecas su fracaso con la histórica cabecera ‘Ya’. Ahora, cuando todavía humea el enorme agujero económico de la finiquitada POPULAR TV, que ni siquiera llegó a tener una presencia mínima en los índices de audiencia, salta el escándalo de la 13TV, la nueva cadena episcopal que pierde un millón de euros al mes.
No escarmientan los señores ensotanados. Fernando Giménez Barriocanal, presidente de COPE y todopoderoso jefe de las finanzas católicas en España por decisión digital del cardenal Rouco Varela, convenció a éste para que la Iglesia pudiera disponer de un canal televisivo en España, algo esencial, en su opinión, para su misión en la tierra.
En realidad, no es más que el brazo ejecutor de los que realmente mandan en la cosa mediática son el llamado “trío de la petaka“, como son conocidos en la empresa. Este triunvirato lo conforman Rafael Pérez del Puerto -consejero delegado que ha conseguido sobrevivir a todas las crisis pese a que, según dicen, dedica la mayor parte de su tiempo a jugar al golf-; José María Martín de Blas, director financiero, y Julián Velasco, director comercial. Se les conoce así porque hacen la cama a todo superior que llega, como ocurrió con el expresidente Alfonso Coronel de Palma y otros anteriores. Son los que hacen y deshacen en la cadena. Ellos manejan a los profesionales, incluidos los “meapilas” más notorios y añejos, entre ellos, el director de Contenidos del Grupo COPE, José Luis Restán, una especie de corregidor del “santo oficio” que veta a aquellos que no cuadran en el ideario.
El presidente de la COPE, Fernando Giménez Barriocanal, envalentonado por el éxito obtenido con el robo del equipo deportivo de la cadena SER, en realidad lo único que permite ingresos frescos para mantener el chiringuito, decidió dar un golpe de talón en el accionariado de 13TV y hacer que la Conferencia (no la COPE) se hiciera con la mayoría diluyendo a socios de primera hora o bien comprando a otros con una buena plusvalía. De audiencia prácticamente inexistente, este costoso canal se dirige desde las oficinas de la COPE, aunque aparezca formalmente como consejero delegado Alejandro Samanes y José Pablo López como director general.
El primero viene de fracasar estrepitosamente como director de la extinta Popular TV, donde llegó tras una corta experiencia en televisiones locales de Pamplona y La Rioja. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra (1988). Samamés, según las fuentes consultadas, es una mera correa de transmisión de Barriocanal y Pérez del Puerto.
Al parecer, Barriocanal ha asegurado 14 millones de euros procedentes de la Conferencia Episcopal con destino al chiringuito televisivo, que es su capricho. Habría que recordar la participación de fondos públicos en el sostenimiento de la Iglesia católica. Además del dinero que los obispos reciben directamente de los fieles, vía cepillos o donaciones, está la cuota de IRPF que, en el último ejercicio, subió hasta los 10.000 millones de euros. Todo un exceso de generosidad del Gobierno ateo socialista.
Pues bien, el nuevo invento televisivo de los monseñores no termina de cuajar. Su audiencia media no llega al 0,5%. Ni siquiera la ayuda papal en la JMJ 2011 consiguió subir ese share escandalosamente marginal. Pero lo más alarmante son las pérdidas mensuales de un millón de euros, una cifra escandalosa a todas luces y más en los actuales momentos de gran precariedad social.
13TV, con una programación noña, errática y antigua se ha convertido en una auténtica máquina de perder dinero. Sólo por el alquiler del canal de TDT paga a Unedisa -la editora de El Mundo, que es la adjudicataria de la frecuencia-, la friolera de 4,8 millones de euros.
No sólo son los sectores más templados y progresistas católicos los que están “alucinados” con el enorme despilfarro que supone 13TV. Los gritos se oyen perfectamente, por ejemplo, en Intereconomía. Sus dirigentes –a los que Rouco no puede ver ni en pintura- se quejan de que con el dinero de los fieles, entre los que se encuentran, se les haga la competencia directa de esta forma. Barriocanal nunca ha tragado a Julio Ariza y viceversa. Pese a que Intereconomía tiene un pequeño porcentaje accionarial en la cadena COPE, Ariza siempre fue vetado por Rouco, Barriocanal y el “trio de la petaka”. Lo consideran un competidor “peligroso”.
También hay otros empresarios privados, que se juegan su dinero a pecho descubierto, los que están encorajinados con el invento televisivo de Rouco/Barriocanal. METROPOLITAN TV, cuyo editor es Nicola Pedrazzoli, ex socio de los curas en 13TV, emitió un programa dirigido por el franciscano Carlos Fuentes preguntando a los televidentes si era honrado que la Iglesia se gaste un millón de euros mensuales en esa televisión, teniendo en cuenta el actual estado de necesidad social en España. La respuesta mayoritaria de los espectadores no dejó lugar a dudas: se trata de una auténtica obscenidad.
Nadie da un duro por la supervivencia de 13TV con una escasísima audiencia, nulo prestigio y canal dirigido por “aficionados”. Pero en este camino la Iglesia habrá dejado millones de euros tirados en el aire en un momento en el que la sociedad necesita de la caridad y la solidaridad más que nunca.
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