dilluns, 13 de desembre del 2010

Observatorio insta a una acción internacional a favor de los cristianos

UN INFORME REGISTRA CRÍMENES POR ODIO A LOS CRISTIANOS EN EUROPA

VIENA, lunes 13 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Un informe documenta varios casos de crímenes por odio a los cristianos en Europa, y de intolerancia y discriminación, y hace un llamamiento a la acción internacional a favor de los cristianos.
Se trata del informe quinquenal del Observatorio sobre la Intolerancia y la Discriminación de los Cristianos en Europa, publicado este viernes 11 de diciembre.
Su publicación coincidió con el encuentro de dos días sobre la implementación de la dimensión humana en la libertad religiosa de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR) de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que concluyó el viernes en Viena (Austria).

La directora del Observatorio, Gudrun Kugler, destacó que “la intolerancia y la discriminación de los cristianos incluye la negación de derechos de los cristianos en áreas como la libertad de expresión y la libertad de conciencia”.

“La libertad religiosa está en peligro especialmente respecto a su dimensión pública e institucional”, añadió.
“También recibimos muchas informaciones sobre la eliminación de símbolos cristianos, la tergiversación y el estereotipo negativo de los cristianos en los medios de comunicación, y desventajas sociales para los cristianos como ser ridiculizados o ignorados para la promoción en sus puestos de trabajo”.

“Nosotros trabajamos para aumentar la concienciación de un problema creciente en Europa como un primer paso para una solución -dijo Kugler-. Nuestro objetivo es la igualdad de derechos para todos, incluidos los cristianos”.

El Observatorio tiene una página web a través de la que sigue y cataloga casos de discriminación contra los cristianos.

Ataques violentos

En la sección del informe dedicada a crímenes por odio que implican ataques violentos a personas cristianas, aparecen varios casos documentados.

Entre ellos, se enumeran ataques contra activistas pro-vida en Viena el pasado mes de septiembre, la paliza a un sacerdote católico y a otro ortodoxo en Alemania, un ataque violento a cuatro monjes franciscanos en su monasterio de Italia, y muchos otros.
También se destaca que en noviembre de 2009, la Oficina Federal de Investigación publicó unas estadísticas que muestran un incremento del 9% de los crímenes contra grupos religiosos el año anterior, y un aumento del 25% de los crímenes por odio contra los católicos.

El informe destaca que “mientras el cristianismo representa una mayoría en Europa, al menos en número, se enfrenta a actos de intolerancia, en parte realizados por pequeños grupos radicales”.

“Las leyes discriminatorias se crean cuando la intolerancia se empareja con el poder legislativo”, advierte.

Y añade que “la comunidad política tiene el deber de tener en cuenta y abordar el fenómeno de la intolerancia y la discriminación de los cristianos como un llamamiento a la igualdad de derechos y libertades de todos”.
El Observatorio publicó algunas recomendaciones para afrontar estos problemas.

Instó a los Gobiernos de las naciones europeas a “abstenerse de injerencias y modificar la legislación que discrimina a los cristianos”.

Pidió a las autoridades que “reconozcan y condenen la intolerancia y la discriminación contra los cristianos y aseguren el derecho de los cristianos a participar plenamente en la vida pública”.
El Observatorio alentó a la Unión Europea a “respetar, sin prejuicios, la protección de la autonomía de las Iglesias de acuerdo con el artículo 17 (1) del Tratado de Lisboa y a promover un mayor diálogo con los líderes de las Iglesias sobre la cuestión de la intolerancia y la discriminación según el artículo 17 (2)”.

Dirigiéndose a la Agencia de Derechos Fundamentales, hizo un llamamiento a “hacer de la libertad religiosa, de expresión y de conciencia una prioridad de su trabajo”.

El informe también recomienda a los miembros de la OSCE que “usen todos sus medios para trabajar contra la intolerancia hacia los cristianos” y colaboren “más estrechamente con los representantes de las Iglesias cristianas”.