dijous, 29 d’abril del 2010

“Saca tarjeta roja al maltratador”

"Saca targeta roja al maltratador" se suma als serveis d'informació telefònica
mitjançant Ameco Press per Elena Duque el 28/04/10

Madrid, 28 abr (10). AmecoPress. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha firmado esta mañana un convenio con la consejera delegada de Yell Publicidad –Páginas Amarillas, Ana García Fau, por el que la campaña “Saca tarjeta roja al maltratador” se promocionará entre los usuarios del número de información 11888.

Durante el acto de la firma del convenio, Aído ha destacado que “sacar tarjeta roja al maltratador es un gesto sencillo pero poderoso, ya que supone situar al violento donde él ya se ha situado, es decir, fuera de la sociedad en la que queremos vivir, una sociedad libre de violencia de género.


Los usuarios que realicen cualquier consulta telefónica al 11888 recibirán un SMS con la información solicitada, en el que además se incluirá un mensaje de apoyo a la campaña Institucional del Ministerio de Igualdad de concienciación contra la violencia de género.

Los mensajes que recibirán los usuarios son:
• 11888 y Ministerio de Igualdad contra la violencia de género. DENUNCIA
• 11888 y Ministerio de Igualdad. Saca tarjeta roja al maltratador. ACTÚA
 11888 y Ministerio de Igualdad. Saca tarjeta roja al maltratador. NO TE CALLES
• 11888 y Ministerio de Igualdad. No a la violencia de género. SACA TARJETA ROJA

La campaña “Saca tarjeta roja al maltratador” es una iniciativa del Ministerio de Igualdad para sensibilizar a la ciudadanía de la importancia de intervenir y denunciar cuando en el entorno hay indicios de casos de violencia de género, ya sea por relación con la víctima o con el maltratador.

dilluns, 26 d’abril del 2010

En medio, con dolor y con amor

El meu amic Enrique m'envia aquest text de Fr. Santiago Agrelo, arquebisbe de Tànger

Us el transcric perquè m'ha agradat i perquè el trobo encertat, tot i que incomplet. D'aquest tema se n'ha parlat molt i malament, i encara hem de fer l'esforç de parlar molt més i més a fons, ja que se'n poden fer un munt de consideracions. 

Jo tinc ganes de fer-ho, però us dic sincerament que em costa. Perquè és fàcil deixar-se anar i escriure amb l'estómac. També perquè cal estar al costat del més petit i indefens com a opció preferencial (qui més "pobre"?) i alhora haig de repartir el meu bagatge de misericòrdia amb uns germans meus que han pecat i delinquit de la manera més menyspreable. Cal tenir el cor del Senyor per poder-ho fer molt bé tot això, tot a la vegada!

D'altra banda, no em fa res expressar que jo mateixa he rebut aquest tipus d'abús, i no pas de cap religiós ni sacerdot, sinó d'un familiar proper. I haig de dir que les persones que més m'han ajudat han estat religiosos, sacerdots, homes cèlibes que m'han tractat amb una sensibilitat infinita i que m'han ajudat a trobar recursos per superar la meva situació. Oh, això no seria una notícia per aparèixer als mitjans, segurament! Però per a algú ferit en el més íntim representa poder passar de la mort a la vida, us ho asseguro. 

Aquesta vegada, el text va nu, sense fotografia. Sincerament, no sabia com il·lustrar-lo.

 En medio” colocaron a la adúltera sus acusadores. “En medio” se quedó la mujer cuando los acusadores, uno a uno, se escabulleron, dejándola sola con Jesús. “En medio” pusieron a la mujer, pero a quien pretendían comprometer y acusar, a quien de verdad querían poner en medio, era a Jesús (Cfr. Jn 8,1-11). 

Hoy, letrados y fariseos han colocado “en medio” al monstruo, al clérigo sorprendido en flagrante delito de pederastia, y no lo han llevado al tribunal competente para juzgarlo conforme a justicia, sino que se lo han llevado a su madre, a la Iglesia, lo han tirado como basura a sus pies, para ponerla “en medio” a ella, para avergonzarla a ella, para comprometerla y condenarla a ella.  

Letrados y fariseos, gente estéril, senos que nunca han conocido la vida ni la ternura, pretenden que una madre condene a su hijo: si no lo condena, no es justa; si lo condena, no es madre. 

Letrados y fariseos, arrogantes, soberbios e hipócritas, insisten en preguntar a la madre: “Tú, ¿qué dices?” Preguntan como si ellos fuesen inocentes del crimen que fingen perseguir. Y se lo pregunta a ella, a la Iglesia que, como supo y como pudo, ha intentado siempre educar en el amor y en la virtud a sus hijos. Se lo preguntan a la madre los mismos que han destruido a su hijo: los profetas de la revolución sexual, los que instigan a los niños a masturbarse, los mercaderes de pornografía, los expertos del turismo sexual, los que consideran la prostitución un trabajo y la castidad una aberración. 

Hoy la Iglesia, como ayer Jesús, encara a los acusadores con la realidad de sus propias vidas: “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra”.  

Hoy como ayer, la Iglesia como Jesús, habrá de inclinarse para cargar con el peso de sus hijos, con la culpa de sus hijos, con la muerte de sus hijos.  

Cuando se incorpore, allí, “en medio”, estarán solos ella y sus hijos, con un dolor sin palabras y un amor sin medida. 

divendres, 23 d’abril del 2010

Manifest de Viena: per una reforma profunda del Dret Canònic


Manifiesto de Viena: Por una reforma en profundidad del Derecho Canónico

Wir sind Kirche, Priester ohne Amt, Laieninitiative i Pfarrerinitiative

Via Redes Cristianas (Tiempo de hablar - Tiempo de Actuar)

La conferencia «Reforma de la Iglesia y Derechos Humanos», que varios movimientos de reforma en la Iglesia católica austriaca han celebrado a finales del a.ño de 2009 en Viena, ha denunciado el carácter indefendible del Derecho Canónico Romano (Codex Iuris Canonici, 1983).
En efecto, este derecho se encuentra con frecuencia en contradicción con las fuentes bíblicas y con las decisiones del concilio Vaticano II, así como con los derechos fundamentales reconocidos hoy en nuestro mundo de forma generalizada.
Ésta es la razón por la que estos movimientos lanzan a los órganos competentes de la Iglesia católica una llamada urgente para que eliminen cuanto antes esas graves carencias que perjudican enormemente la credibilidad de la Iglesia católica, y para que de esta forma superen la división que existe entre el pueblo cristiano y la dirección de la iglesia.
Es necesario:
- acometer una renovación fundamental de la constitución de la iglesia y
- reconocer sin restricciones la Declaración general de los Derechos Humanos de 1948, la Convención Europea de Derechos Humanos, de 1950, y los Pactos de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, de 1966.
Esto significa, sobre todo,
- el abandono del centralismo romano a favor del principio de subsidiaridad, como en tantas ocasiones ha sido propuesto por la doctrina social católica, para mejor responder de esta forma a las necesidades de las iglesias locales;
- la evolución de instancias colegiales y sinodales consultivas hacia instancias con derecho de decisión, para que el clericalismo autoritario dé lugar a acuerdos fraternales.
Además, esto exige
- el reconocimiento de la plena igualdad de los derechos de las mujeres de los hombres, y de la libre elección de estado de vida: el matrimonio y el ministerio ordenado no se excluyen mutuamente;
- la introducción de un derecho de procedimiento equitativo, que se corresponda con el mínimo de las normas de procedimiento civiles, y de una jurisdicción independiente.
Los católicos, hombres y mujeres, reunidos en esta conferencia, son plenamente conscientes de la responsabilidad que nace de su bautismo y de su confirmación. Ellas y ellos convocan a los demás y se comprometen a organizar su vida en conformidad con estos principios y a exigir su aplicación en todos los niveles eclesiales en que se encuentran, y a hacerlos triunfar.

dimarts, 20 d’abril del 2010

Yassmine el Ksaihi, primera mujer responsable de la mezquita Polder en Amsterdam

Fuente: Webislam
Autor: Bruce Mutswairo
Yassmine el Ksaihi no se considera una feminista rebelde. Se cubre la cabeza y luce ropa modesta. Lee el Corán desde los cinco años y promueve los valores tradicionales de los musulmanes.

De todos modos, es una pionera: a los 24 años, administra una gran mezquita, una posición de autoridad que rara vez ocupa una mujer en el mundo del Islam, incluso en Europa.
En Amsterdam hay una mezquita en la que hombres y mujeres rezan juntos, aunque segregados: las mujeres lo hacen en la parte de atrás del salón cubierto por una alfombra roja. Los sermones son en holandés, no en árabe. Y las personas de otras fes son bienvenidas.

En toda Europa, los musulmanes están buscando formas de integrarse al país, conservando su fe. La mezquita de el Ksaihi, que combina algunos valores seculares occidentales con un fuerte apego al Islam, ayuda a resolver ese dilema.

Los expertos dicen que es una tendencia que se vive en toda Europa: los jóvenes se alejan de las mezquitas tradicionales y se congregan en sitios más informales para rezar y formar grupos de estudio.

Encajar en la sociedad europea y el mismo tiempo conservar las raíces islámicas no es fácil. Los nativos a menudo no ven bien el crecimiento de las colonias musulmanas. Y los musulmanes se sienten discriminados en el trabajo y las escuelas.

En el Viejo Continente abundan los políticos conservadores que quieren contener la inmigración y obligar a los musulmanes a dejar de lado sus costumbres.

En Holanda, donde los musulmanes representan el 6% de la población de 16,5 millones de habitantes, un partido anti-islamista es el de mayor crecimiento. Su líder, Geert Wilders, sostiene que los musulmanes rechazan el liberalismo europeo, le niegan sus derechos a las mujeres y no aceptan otros estilos de vida, como la homosexualidad.

La popularidad del partido de Wilders refleja en parte la inquietud causada por una serie de episodios de violencia en tiempos recientes, incluido el asesinato del cineasta Theo van Gogh, quien había producido una película en la que se denunciaba la opresión de las mujeres musulmanas.

La mezquita de el Ksaihi está a la vanguardia de los esfuerzos para encontrar formas que faciliten la coexistencia.

El Ksaihi quiere hacer del Islam una religión más accesible a los musulmanes nacidos en una nación secular y que los musulmanes sean más aceptables para sus vecinos. Desea que los fieles adopten la religión y la cultura pero no sientan que están viviendo en la tierra de sus padres.
"Usamos el holandés porque nos enfocamos en los jóvenes y la mayoría de ellos habla solo holandés", expresó el Ksaihi.

En su condición de administradora, el Ksaihi está a cargo de las finanzas y de la contratación de los imames que ofrecen sermones y encabezan las oraciones. Dice que busca imames que reflejen la diversidad de la comunidad musulmana de Amsterdam, incluidos imanes de Malasia, Indonesia, Marruecos y Turquía, los países de origen de la mayoría de los musulmanes de Holanda.

La mezquita es un centro cultural además de un sitio de oraciones. "Este es el modelo tradicional del Islam. No es nada nuevo", asegura.

Mona Siddiqui, profesora de estudios islámicos de la Universidad de Glasgow, dice que la mezquita de Amsterdam es parte de un movimiento que está germinando en Europa.

"La mezquita es una muestra de que los musulmanes de Europa están encontrando nuevas formas de apartarse de estructuras tradicionales que a veces son opresivas", expresó Siddiqui en un correo electrónico.

"No sé si es un momento determinante. Hay una gran variedad de comunidades musulmanas en Europa y las mujeres se están haciendo sentir de distintas formas, aun cuando a veces esto cuesta", manifestó.

Se calcula que en Europa hay unos 20 millones de musulmanes, que hacen del Islam la segunda religión más importante del continente.

"Mucha gente se ha alejado de las mezquitas tradicionales para buscar otras formas de adoración", expresó Siddiqui.

Los cambios no se perciben en Francia, país con la comunidad musulmana más grande de Europa. Las autoridades exhortan a los líderes musulmanes a que inculquen un "islamismo a la francesa" que les permita encajar en la sociedad francesa.

Pero eso no es sencillo.

Los 5 millones de musulmanes de Francia reflejan una cantidad de tendencias dentro del islam. Los imames con frecuencia no hablan francés y las mezquitas son financiadas a menudo desde el exterior, lo que no está bien visto.

La mezquita de Amsterdam, en cambio, no acepta dinero extranjero. "Ese es uno de nuestros pilares", afirma el Ksaihi. "Queremos que sea 100% holandesa".

Slotervaart, el barrio donde se encuentra la mezquita, fue el primer distrito que se benefició de un programa de incentivos económicos del gobierno para combatir el radicalismo a través del diálogo y la educación.

La mezquita de el Ksaihi se encuentra en un viejo centro comunitario en un barrio musulmán y no tiene minaretes. Es frecuentada por gente con barba larga y togas, así como por personas vestidas a la occidental.

Toma su nombre de un término holandés: polder alude a una franja de tierra ganada al mar, convertida a menudo en tierra fértil de cultivo. Es símbolo del esfuerzo comunal.

Bishop urges EU leaders to criticise Vatican 'stupidity'

EUOBSERVER / BRUSSELS - ANDREW RETTMAN
19.04.2010

A Roman Catholic bishop has called on EU leaders who are Christians to speak out against the Vatican if it makes "stupid" remarks, such as a recent declaration that homosexuality causes paedophilia.

In an interview with EUobserver on Friday (16 April), Peter Moran, the Bishop of Aberdeen in Scotland, said the church's cover up of child abuse in Ireland 40 years ago was facilitated by "an exaggerated deference toward the clergy."

"I would not like to think that there is any exaggerated deference by Christian leaders in Europe toward the church authorities today. To put it very simply, if the church says something that is wrong or stupid, even Christian leaders should have the courage to say: 'No. I disagree with that. You are wrong. That was a stupid thing to say'."

Bishop Moran was referring to a statement by Cardinal Tarcisio Bertone, the Vatican's secretary of state, who earlier this month said that homosexuality, not clerical celibacy, is a cause of paedophilia.

Cardinal Bertone's remark - a classic tenet of homophobia - followed revelations that the Catholic elite, including Pope Benedict XVI himself, had in the past protected paedophile priests from exposure, in an unfolding crisis for the Vatican's credibility.

The leaders of the EU institutions, all three of whom are Christian democrats, have stayed silent on the subject despite calls by the Liberal group in the EU parliament for them to take a stand.

Bishop Moran said that delegates at a conclave of 21 bishops in Brussels last Friday under the auspices of Comece, a church body set up to analyse EU policy, were "shocked to know that someone in Rome had said that this [paedophilia] is a problem of homosexuality."

"This kind of abuse is found in all parts of society - in families, in heterosexual situations, in homosexual situations. It is not attached to any of those."

On the broader issue of paedophile priests, he said the church has turned a corner by apologising to victims, co-operating with civil authorities, excluding convicted abusers and scrutinising candidates for priesthood for signs of sexual deviance.

Asked if EU leaders should put pressure on the Vatican to do more, he said: "Perhaps it will satisfy some of the electorate of the EU if people see that they, speaking as Europe, are saying to the Catholic church: 'Please put your house in order.' But the Catholic church will say: 'In the past, we made mistakes. We are sorry for them. We have already put our house in order'."

In terms of rebuilding trust with parishioners, Bishop Moran said it would be "easy, but not helpful" to point out that abusive priests were in a small minority.

"It [reconciliation] is a very difficult, a long path. We simply have to be even more true to our own principles. We have to be very careful about our priorities - the first among these is care and love for vulnerable people, the young and the vulnerable."

Lifting the lid

Returning to the question of whether clerical celibacy causes sexual dysfunction, including paedophilia, Bishop Moran added that "perhaps now we will carry out a survey of that kind."

The most comprehensive study to date into Roman Catholic child abuse was funded by the church and carried out by the City University of New York in 2004, covering the vast majority of US dioceses between 1950 and 2002.

It found that most alleged offences were carried out by priests aged between 30 and 39 who had been ordained between 1950 and 1979, many of whom also had a drinking problem. Most victims were boys aged 11 to 14. Allegations concerned 2.7 percent of all priests and numbered 200 cases a year on average, with a peak in 1980.

dissabte, 17 d’abril del 2010

Presència

de Beata solitudo,sola beatitudo de Hieromonje Macario



"Dios está en todas partes", decimos, y nos lo imaginamos llenando todo el universo. Pero Él no es así. A Él le gusta mucho más pasearse por el corazón del hombre.

dijous, 15 d’abril del 2010

Carta oberta de H. Küng als bisbes

Com he indicat altres vegades, no necessàriament estic totalment d'acord amb el contingut o amb la forma. Personalment, crec que alguns punts són matisables, però, de tota manera, és innegable que el doctor Küng continua sabent recollir i sintetitzar els problemes principals que afecten l'Església i, en aquest cas, l'actual pontificat. 

Estic d'acord amb algunes de les seves propostes, que ens ajudarien a construir una Església catòlica inclusiva de diferents sensibilitats o, més clarament encara de diferents "velocitats", de manera que sense afectar a la necessària unitat en les qüestions més principals, les diferents esglésies "regionals" podrien incoporar canvis que són cada vegada més demanats pels fidels i per la pròpia jerarquia.

Dit això, cal aclarir que no es tracta de carregar-nos Benet XVI ni de demanar-li la renúncia, com han fet alguns mitjans de comunicació i alguns grups més o menys cristians. Però sí cal ser conscients i sincers respecte a allò que veiem que no funciona.

Anant una mica més enllà, també cal que demanem directament una reforma a fons de l'Església, i que cal que hi intervinguem tots (no només els homes, teòlegs, clergues....). Per suposat, aquesta reforma ha de començar en l'àmbit personal i -com apuntava el Papa no fa gaire- mitjançant una renovació espiritual. Penso que, això, a tots, tots (i totes), ens fa falta. 

(via Redes Cristianas)

Estimados obispos, Joseph Ratzinger, ahora Benedicto XVI, y yo fuimos entre 1962 1965 los dos teólogos más jóvenes del concilio. Ahora, ambos somos los más ancianos y los únicos que siguen plenamente en activo. Yo siempre he entendido también mi labor teológica como un servicio a la Iglesia. Por eso, preocupado por esta nuestra Iglesia, sumida en la crisis de confianza más profunda desde la Reforma, os dirijo una carta abierta en el quinto aniversario del acceso al pontificado de Benedicto XVI. No tengo otra posibilidad de llegar a vosotros.

Aprecié mucho que el papa Benedicto, al poco de su elección, me invitara a mí, su crítico, a una conversación de cuatro horas, que discurrió amistosamente. En aquel momento, eso me hizo concebir la esperanza de que Joseph Ratzinger, mi antiguo colega en la Universidad de Tubinga, encontrara a pesar de todo el camino hacia una mayor renovación de la Iglesia y el entendimiento ecuménico en el espíritu del Concilio Vaticano II.

Mis esperanzas, y las de tantos católicos y católicas comprometidos, desgraciadamente no se han cumplido, cosa que he hecho saber al papa Benedicto de diversas formas en nuestra correspondencia. Sin duda, ha cumplido concienzudamente sus cotidianas obligaciones papales y nos ha obsequiado con tres útiles encíclicas sobre la fe, la esperanza y el amor. Pero en lo tocante a los grandes desafíos de nuestro tiempo, su pontificado se presenta cada vez más como el de las oportunidades desperdiciadas, no como el de las ocasiones aprovechadas:
  • Se ha desperdiciado la oportunidad de un entendimiento perdurable con los judíos: el Papa reintroduce la plegaria preconciliar en la que se pide por la iluminación de los judíos y readmite en la Iglesia a obispos cismáticos notoriamente antisemitas, impulsa la beatificación de Pío XII y sólo se toma en serio al judaísmo como raíz histórica del cristianismo, no como una comunidad de fe que perdura y que tiene un camino propio hacia la salvación. Los judíos de todo el mundo se han indignado con el predicador pontificio en la liturgia papal del Viernes Santo, en la que comparó las críticas al Papa con la persecución antisemita.
  • Se ha desperdiciado la oportunidad de un diálogo en confianza con los musulmanes; es sintomático el discurso de Benedicto en Ratisbona, en el que, mal aconsejado, caricaturizó al islam como la religión de la violencia y la inhumanidad, atrayéndose así la duradera desconfianza de los musulmanes.
  • Se ha desperdiciado la oportunidad de la reconciliación con los pueblos nativos colonizados de Latinoamérica: el Papa afirma con toda seriedad que estos “anhelaban” la religión de sus conquistadores europeos.
  • Se ha desperdiciado la oportunidad de ayudar a los pueblos africanos en la lucha contra la superpoblación, aprobando los métodos anticonceptivos, y en la lucha contra el sida, admitiendo el uso de preservativos.
  • Se ha desperdiciado la oportunidad de concluir la paz con las ciencias modernas: reconociendo inequívocamente la teoría de la evolución y aprobando de forma diferenciada nuevos ámbitos de investigación, como el de las células madre.
  • Se ha desperdiciado la oportunidad de que también el Vaticano haga, finalmente, del espíritu del Concilio Vaticano II la brújula de la Iglesia católica, impulsando sus reformas.
Este último punto, estimados obispos, es especialmente grave. Una y otra vez, este Papa relativiza los textos conciliares y los interpreta de forma retrógrada contra el espíritu de los padres del concilio. Incluso se sitúa expresamente contra el concilio ecuménico, que según el derecho canónico representa la autoridad suprema de la Iglesia católica:
  • Ha readmitido sin condiciones en la Iglesia a los obispos de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, ordenados ilegalmente fuera de la Iglesia católica y que rechazan el concilio en aspectos centrales.
  • Apoya con todos los medios la misa medieval tridentina y él mismo celebra ocasionalmente la eucaristía en latín y de espaldas a los fieles.
  • No lleva a efecto el entendimiento con la Iglesia anglicana, firmado en documentos ecuménicos oficiales (ARCIC), sino que intenta atraer a la Iglesia católico-romana a sacerdotes anglicanos casados renunciando a aplicarles el voto de celibato.
  • Ha reforzado los poderes eclesiales contrarios al concilio con el nombramiento de altos cargos anticonciliares (en la Secretaría de Estado y en la Congregación para la Liturgia, entre otros) y obispos reaccionarios en todo el mundo.
El Papa Benedicto XVI parece alejarse cada vez más de la gran mayoría del pueblo de la Iglesia, que de todas formas se ocupa cada vez menos de Roma y que, en el mejor de los casos, aún se identifica con su parroquia y sus obispos locales.

Sé que algunos de vosotros padecéis por el hecho de que el Papa se vea plenamente respaldado por la curia romana en su política anticonciliar. Esta intenta sofocar la crítica en el episcopado y en la Iglesia y desacreditar por todos los medios a los críticos. Con una renovada exhibición de pompa barroca y manifestaciones efectistas cara a los medios de comunicación, Roma trata de exhibir una Iglesia fuerte con un “representante de Cristo” absolutista, que reúne en su mano los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

Sin embargo, la política de restauración de Benedicto ha fracasado. Todas sus apariciones públicas, viajes y documentos no son capaces de modificar en el sentido de la doctrina romana la postura de la mayoría de los católicos en cuestiones controvertidas, especialmente en materia de moral sexual. Ni siquiera los encuentros papales con la juventud, a los que asisten sobre todo agrupaciones conservadoras carismáticas, pueden frenar los abandonos de la Iglesia ni despertar más vocaciones sacerdotales.

Precisamente vosotros, como obispos, lo lamentaréis en lo más profundo: desde el concilio, decenas de miles de obispos han abandonado su vocación, sobre todo debido a la ley del celibato. La renovación sacerdotal, aunque también la de miembros de las órdenes, de hermanas y hermanos laicos, ha caído tanto cuantitativa como cualitativamente. La resignación y la frustración se extienden en el clero, precisamente entre los miembros más activos de la Iglesia.

Muchos se sienten abandonados en sus necesidades y sufren por la Iglesia. Puede que ese sea el caso en muchas de vuestras diócesis: cada vez más iglesias, seminarios y parroquias vacíos. En algunos países, debido a la carencia de sacerdotes, se finge una reforma eclesial y las parroquias se refunden, a menudo en contra de su voluntad, constituyendo gigantescas “unidades pastorales” en las que los escasos sacerdotes están completamente desbordados.

Y ahora, a las muchas tendencias de crisis todavía se añaden escándalos que claman al cielo: sobre todo el abuso de miles de niños y jóvenes por clérigos -en Estados Unidos, Irlanda, Alemania y otros países- ligado todo ello a una crisis de liderazgo y confianza sin precedentes. No puede silenciarse que el sistema de ocultamiento puesto en vigor en todo el mundo ante los delitos sexuales de los clérigos fue dirigido por la Congregación para la Fe romana del cardenal Ratzinger (1981-2005), en la que ya bajo Juan Pablo II se recopilaron los casos bajo el más estricto secreto. Todavía el 18 de mayo de 2001, Ratzinger enviaba un escrito solemne sobre los delitos más graves (Epistula de delitos gravioribus) a todos los obispos.

En ella, los casos de abusos se situaban bajo el secretum pontificium, cuya vulneración puede atraer severas penas canónicas. Con razón, pues, son muchos los que exigen al entonces prefecto y ahora Papa un mea culpa personal. Sin embargo, en Semana Santa ha perdido la ocasión de hacerlo. En vez de ello, el Domingo de Ramos movió al decano del colegio cardenalicio a levantar urbi et orbe testimonio de su inocencia.

Las consecuencias de todos estos escándalos para la reputación de la Iglesia católica son devastadoras. Esto es algo que también confirman ya dignatarios de alto rango. Innumerables curas y educadores de jóvenes sin tacha y sumamente comprometidos padecen bajo una sospecha general. Vosotros, estimados obispos, debéis plantearos la pregunta de cómo habrán de ser en el futuro las cosas en nuestra Iglesia y en vuestras diócesis. Sin embargo, no querría bosquejaros un programa de reforma; eso ya lo he hecho en repetidas ocasiones, antes y después del concilio. Sólo querría plantearos seis propuestas que, es mi convicción, serán respaldadas por millones de católicos que carecen de voz.

1. No callar: en vista de tantas y tan graves irregularidades, el silencio os hace cómplices. Allí donde consideréis que determinadas leyes, disposiciones y medidas son contraproducentes, deberíais, por el contrario, expresarlo con la mayor franqueza. ¡No enviéis a Roma declaraciones de sumisión, sino demandas de reforma!

2. Acometer reformas: en la Iglesia y en el episcopado son muchos los que se quejan de Roma, sin que ellos mismos hagan algo. Pero hoy, cuando en una diócesis o parroquia no se acude a misa, la labor pastoral es ineficaz, la apertura a las necesidades del mundo limitada, o la cooperación mínima, la culpa no puede descargarse sin más sobre Roma. Obispo, sacerdote o laico, todos y cada uno han de hacer algo para la renovación de la Iglesia en su ámbito vital, sea mayor o menor. Muchas grandes cosas en las parroquias y en la Iglesia entera se han puesto en marcha gracias a la iniciativa de individuos o de grupos pequeños. Como obispos, debéis apoyar y alentar tales iniciativas y atender, ahora mismo, las quejas justificadas de los fieles.

3. Actuar colegiadamente: tras un vivo debate y contra la sostenida oposición de la curia, el concilio decretó la colegialidad del Papa y los obispos en el sentido de los Hechos de los Apóstoles, donde Pedro tampoco actuaba sin el colegio apostólico. Sin embargo, en la época posconciliar los papas y la curia han ignorado esta decisión central del concilio.

Desde que el papa Pablo VI, ya a los dos años del concilio, publicara una encíclica para la defensa de la discutida ley del celibato, volvió a ejercerse la doctrina y la política papal al antiguo estilo, no colegiado. Incluso hasta en la liturgia se presenta el Papa como autócrata, frente al que los obispos, de los que gusta rodearse, aparecen como comparsas sin voz ni voto. Por tanto, no deberíais, estimados obispos, actuar solo como individuos, sino en comunidad con los demás obispos, con los sacerdotes y con el pueblo de la Iglesia, hombres y mujeres.

4. La obediencia ilimitada sólo se debe a Dios: todos vosotros, en la solemne consagración episcopal, habéis prestado ante el Papa un voto de obediencia ilimitada. Pero sabéis igualmente que jamás se debe obediencia ilimitada a una autoridad humana, solo a Dios. Por tanto, vuestro voto no os impide decir la verdad sobre la actual crisis de la Iglesia, de vuestra diócesis y de vuestros países. ¡Siguiendo en todo el ejemplo del apóstol Pablo, que se enfrentó a Pedro y tuvo que “decirle en la cara que actuaba de forma condenable” (Gal 2, 11)!

Una presión sobre las autoridades romanas en el espíritu de la hermandad cristiana puede ser legítima cuando estas no concuerden con el espíritu del Evangelio y su mensaje. La utilización del lenguaje vernáculo en la liturgia, la modificación de las disposiciones sobre los matrimonios mixtos, la afirmación de la tolerancia, la democracia, los derechos humanos, el entendimiento ecuménico y tantas otras cosas sólo se han alcanzado por la tenaz presión desde abajo.

5. Aspirar a soluciones regionales: es frecuente que el Vaticano haga oídos sordos a demandas justificadas del episcopado, de los sacerdotes y de los laicos. Con tanta mayor razón se debe aspirar a conseguir de forma inteligente soluciones regionales. Un problema especialmente espinoso, como sabéis, es la ley del celibato, proveniente de la Edad Media y que se está cuestionando con razón en todo el mundo precisamente en el contexto de los escándalos por abusos sexuales. Una modificación en contra de la voluntad de Roma parece prácticamente imposible.

Sin embargo, esto no nos condena a la pasividad: un sacerdote que tras madura reflexión piense en casarse no tiene que renunciar automáticamente a su estado si el obispo y la comunidad le apoyan. Algunas conferencias episcopales podrían proceder con una solución regional, aunque sería mejor aspirar a una solución para la Iglesia en su conjunto. Por tanto:

6. Exigir un concilio: así como se requirió un concilio ecuménico para la realización de la reforma litúrgica, la libertad de religión, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, lo mismo ocurre en cuanto a solucionar el problema de la reforma, que ha irrumpido ahora de forma dramática. El concilio reformista de Constanza en el siglo previo a la Reforma acordó la celebración de concilios cada cinco años, disposición que, sin embargo, burló la curia romana. Sin duda, esta hará ahora cuanto pueda para impedir un concilio del que debe temer una limitación de su poder. En todos vosotros está la responsabilidad de imponer un concilio o al menos un sínodo episcopal representativo.

La apelación que os dirijo en vista de esta Iglesia en crisis, estimados obispos, es que pongáis en la balanza la autoridad episcopal, revalorizada por el concilio. En esta situación de necesidad, los ojos del mundo están puestos en vosotros. Innúmeras personas han perdido la confianza en la Iglesia católica. Para recuperarla sólo valdrá abordar de forma franca y honrada los problemas y las reformas consecuentes. Os pido, con todo el respeto, que contribuyáis con lo que os corresponda, cuando sea posible en cooperación con el resto de los obispos; pero, si es necesario, también en solitario, con “valentía” apostólica (Hechos 4, 29-31). Dad a vuestros fieles signos de esperanza y aliento y a nuestra iglesia una perspectiva.

Os saluda, en la comunión de la fe cristiana, Hans Küng.

diumenge, 11 d’abril del 2010

Sacerdotesses a l'Església Catòlica Romana

De http://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com/2010/04/09/1076/

Por Diana Cariboni

MONTEVIDEO, (IPS) – Las mujeres católicas que aspiran al sacerdocio enfrentan una dura temporada de tormentas, iniciada en el pontificado de Benedicto XVI. Algunos creen que el ministerio femenino es sólo cuestión de tiempo, pues la Iglesia echará mano de las mujeres para paliar la merma de sacerdotes, que amenaza su sobrevivencia en varios lugares del planeta. En el papado de Juan Pablo II (1978-2005) los católicos pasaron de 758 millones a 1.071 millones, medidos por cantidad de bautismos, acompasando apenas el crecimiento de la población mundial. En el mismo período, el número de sacerdotes cayó 3,7 por ciento y el de monjas 20,9 por ciento, según el Anuario Pontificio. Pero algunas mujeres no gustan de ese argumento. ”

Es la primera vez que me dicen que las mujeres que estamos a favor de la ordenación lo hacemos para la sobrevivencia de la Iglesia”, contestó a IPS la teóloga uruguaya Gladys Parentelli, coordinadora del movimiento Somos Iglesia en Venezuela e integrante de su consejo mundial. ”Éste sería un argumento ante la jerarquía de la Iglesia, porque a ésta le preocupa mucho la falta de vocaciones de varones. Sin embargo, las que luchamos por la ordenación, lo hacemos porque tenemos vocación y, como bautizadas, tenemos pleno derecho a ello, a pesar de lo que diga el Vaticano”, replicó.

Los papas Pablo VI (1963-1978) y Juan Pablo II se encargaron de poner una lápida al reclamo, alegando razones teológicas y de tradición, e insistiendo en que las mujeres tienen otros espacios en los que desarrollar sus vocaciones. ¿Por qué no le basta ser monja o catequista?, preguntó IPS a la diseñadora puertorriqueña Ivelisse Colón Nevárez, activa aspirante al sacerdocio católico. ”Porque uno lo siente como un llamado de Dios. Si yo hubiera recibido un llamado a la vida monástica, créame que hace tiempo estaría en un convento, y no escribiéndole esto”, contestó por correo electrónico Colón Nevárez. ”Las vocaciones sacerdotales y monásticas son distintas. El sacerdote es ordenado para varios propósitos: celebrar la Eucaristía, el centro de la fe católica, ser un cura de almas, que vela por el bienestar espiritual de los fieles, confiesa y absuelve, da dirección espiritual, aconseja y consuela”, entre otros. ”La vida monástica es servicio, pero desde otra perspectiva”, dijo. ”El sacerdote es como la cabeza, los monjes el corazón y los hermanos y hermanas activos, las manos y los pies de la Iglesia”, añadió Colón Nevárez, quien pertenece a la Órden Franciscana Seglar (laica) y a la organización Women Priests (Mujeres Sacerdotes). No le basta que las mujeres puedan ser el corazón, los pies o las manos. En 2002, el obispo argentino Rómulo Braschi ordenó a cuatro alemanas, dos austríacas y una estadounidense en un barco que navegaba por el río Danubio. Las siete mujeres fueron excomulgadas. Apelaron y enviaron cartas públicas al Vaticano, asegurando que celebraban misa y daban los sacramentos. El fallo de la Congregación para la Doctrina de la Fe y su posterior ratificación no dejaron resquicios. Una prohibición definitiva fue reiterada en un documento posterior, firmado en 2004 por el entonces prefecto de la Congregación, Joseph Ratzinger, el actual Papa.

Sin embargo, el sacerdocio femenino y el celibato opcional son para algunos teólogos y movimientos católicos las soluciones para revertir la caída de las vocaciones. ”Solemos pensar que (ese problema) es más grave en Latinoamérica (que tiene casi la mitad de los católicos del mundo), porque la pobreza y la escasez de carreteras y medios de comunicación hace más difícil el contacto de los sacerdotes con sus fieles”, dijo Colón Nevárez. En México hay un sacerdote por cada 7.200 feligreses, y la edad promedio de los párracos es de 65 años. En Brasil, el país de mayor población católica, esa relación es de 7.300 fieles por cada sacerdote, pese a una política local de estímulo a las vocaciones que permitió elevar la cantidad de sacerdotes de 14.000 a 17.000 en la última década. Hay además 37.000 religiosas consagradas, cantidad estancada en Brasil, dijo la investigadora Silvia Regina Fernandes, del Centro de Estadística Religiosa e Investigaciones Sociales. Es raro que las monjas sigan estudios superiores, como los sacerdotes, lo que las coloca en ”inferioridad intelectual”, añadió Fernandes.

El estancamiento femenino obedece a la diferencia de tratamiento, dijo a IPS la activista Regina Soares, de Católicas por el Derecho a Decidir. Las mujeres no sólo están impedidas de acceder a la toma de decisiones. Los seminaristas son mantenidos por la Iglesia y pueden dedicarse al estudio, mientras las mujeres deben estudiar y trabajar para sustentarse. Luego de ordenados, los sacerdotes obtienen su puesto en una parroquia, con remuneración y buenas condiciones de vida, que incluyen a veces ”teléfono celular y hasta automóvil”, sostuvo Soares. En cambio, religiosas y laicas brasileñas ampliaron su acción tradicional en hospitales y escuelas a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) y fueron ”sostén de las comunidades eclesiásticas de base” y del movimiento hacia las periferias pobres de las grandes ciudades y del interior del país, dijo Soares. Un ejemplo fue la monja estadounidense Dorothy Stang, asesinada en febrero en la Amazonia por defender derechos de los campesinos. En Brasil no hay un movimiento organizado por el sacerdocio femenino, sino manifestaciones dispersas y la ”incomodidad” de la discriminación, relató Soares.

Colón Nevárez cree que la pobreza y el aislamiento pueden determinar ”que sea difícil organizar movimientos pro ordenación de la mujer. Yo misma no conozco un solo grupo pro ordenación latinoamericano. La mayoría de la gente que me ha contactado está por su cuenta, sin un grupo que la apoye”, explicó. Parentelli dijo conocer ”una legión de mujeres que hubieran deseado ser sacerdotisas, pero nunca lo plantearon porque comprendieron que era una lucha perdida”. Inclusive ”la mayoría de las teólogas que conozco, en todos los países latinoamericanos, obtuvieron sus títulos en universidades protestantes, como la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica, o estudiaron en Europa o Estados Unidos”, relató. En Venezuela ”ha aumentado el ingreso de jóvenes a los seminarios en tal forma que rechazan ingresos por falta de espacio”, añadió. Pero ”se ha dicho que un porcentaje significativo corresponde a quienes no tienen oportunidad de ingresar a una universidad”, dijo Parentelli. ”En el medio rural venezolano, el bautismo fue tradicionalmente hecho por laicos, el ‘rezador’ o la ‘rezadora’”, pues ”nunca hubo vocaciones numerosas”. Ante la escasez, la jerarquía eclesiástica ”decidió ordenar como diáconos a laicos casados y pedir a las mujeres tomar tareas de los curas”, sostuvo. ”En las comunidades excluidas del campo y la ciudad, el rol del párroco ha sido tomado por monjas y laicas que cumplen casi todas sus funciones (menos decir misa, consagrar y unir matrimonios). También coordinan círculos de estudio de la Biblia y acompañan a las personas en todo momento”, aseveró. Los sacerdotes ”se ocupan de actividades más intelectuales como ser rector de universidad, dirigir centros de investigación, ser capellanes militares, apoyar al gobierno u oponerse a él, escribir libros, ser expertos en problemas legales o técnicos”, relató Parentelli. Congregaciones de monjas con colegios para niñas y jóvenes, ”los abandonaron para dedicarse a tareas pastorales, entre las más importantes se encuentran la del Sagrado Corazón y la de San José de Tarbes, con 25 casas en Venezuela”, afirmó.

Algunos afirman que en los primeros siglos de la era cristiana las mujeres ejercieron el ministerio y el púlpito. Y señalan como pruebas frescos y mosaicos, escritos sagrados y hasta la prohibición misma de ordenar sacerdotisas, librada en el siglo X. ”En la Iglesia primitiva las mujeres servían como diaconisas y hasta es posible que haya evidencia de que presidían lo que ahora llamamos misa. La tradición no se para en un determinado momento de la historia, también abarca el presente”, dijo en una carta poco antes de morir en 2001, a los 84 años, el sacerdote estadounidense John J. Egan. La curia romana está lejos de admitirlo. ”La Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres”, afirma la declaración vaticana Inter insigniores, de 1976. ”Cristo lo estableció así al dar su constitución fundamental a la Iglesia, al asignarle su antropología teológica”, eligiendo apóstoles sólo entre los hombres, y ”la misma Iglesia ha seguido así siempre”, abundaba Pablo VI en su alocución sobre ”El papel de la mujer en el designio de la salvación”, de 1977. Esos dictámenes fueron refrendados por Karol Wojtyla durante su papado como Juan Pablo II. ”Del nuevo pontífice es muy poco o nada lo que se puede esperar”, pues promovió la idea de que la no ordenación de la mujer era ”una enseñanza ‘infalible’, cosa que no es correcta”, dijo Colón Nevárez.

La española aspirante al sacerdocio Mercedes Carrizosa dijo en 2002 al diario madrileño El País que, ”cuando no le quede más remedio, la Iglesia echará mano de la mujer y del hombre casado o como sea”. Carrizosa, licenciada en teología, describió que algunas parroquias deben contentarse con una misa grabada. Mientras tanto, la frustración ”no es mía, sino del pueblo de Dios. Cuando visité comunidades muy aisladas de Perú atendidas por monjas, vi que tenían que viajar seis horas por río para traer a Jesús enlatado”, agregó.

divendres, 9 d’abril del 2010

La nina Barbie ja té vestits sacerdotals


El vestuari correspon al de l'Església episcopaliana. Si voleu veure l'article sencer, el trobareu a l'adreça següent:

http://www.religionnews.com/index.php?/rnstext/comments/barbie_gets_ordained_and_has_the_wardrobe_to_match/

I a mi que no m'agradaven les Barbies!
Encara me'n demanaré una!

diumenge, 4 d’abril del 2010

Bones notícies de Dijous Sant

El bisbe Dewane, de la diòcesi americana de Venice, va rentar els peus d'algunes dones el Dijous Sant

Segons informava el Sarasota Herald Tribune, el mateix bisbe havia enviat una carta als preveres dient-los que no podien rentar els peus de cap dona Dijous Sant. Alguns varen seguir la directiva i altres, no. El més interessant de tot és que el propi bisbe no la va seguir!

Voldrà dir això que alguna cosa va canviar dins del seu cor? Estaran canviant a aquest nivell profund els cors d'altres membres de la jerarquia? 

Sincerament, així ho esperem. De moment, per aquest petit signe donarem moltes gràcies a Déu. 

divendres, 2 d’abril del 2010

Cristo, el mejor aliado de la mujer, según el predicador del Papa

Via Zenith 2-4-10


“Debería haber una petición de perdón colectiva, del hombre a la mujer”

CIUDAD DEL VATICANO, viernes 2 de abril de 2010 (ZENIT.org).- Con la cruz, Cristo ha invertido la lógica de la violencia, derrotándola. Sin embargo, ésta sigue dominando en las relaciones humanas, de los poderosos contra los débiles y, por desgracia, entre el hombre y la mujer.
Así lo afirmó el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, O.F.M. Cap., durante la predicación con motivo del Viernes Santo dirigida en la Celebración de la Pasión del Señora,presidida por Benedicto XVI en la Basílica Vaticana.
Cantalamessa insistió en la gravedad de la violencia contra la mujer, y afirmó en que “esta es una ocasión para hacer comprender a las personas y a las instituciones que luchan contra ella que Cristo es su mejor aliado”.
En Cristo, “ya no es el hombre el que ofrece sacrificios a Dios, sino Dios quien se sacrifica por el hombre”, explicó. El sacrificio “ya no sirve para aplacar a la divinidad, sino más bien para aplacar al hombre y hacerle desistir de su hostilidad hacia Dios y el prójimo”.
“El sacrificio de Cristo contiene un mensaje formidable para el mundo de hoy. Grita al mundo que la violencia es un residuo arcaico, una regresión a estadios primitivos y superados de la historia humana y – si se trata de creyentes – de un retraso culpable y escandaloso en la toma de conciencia del salto de calidad realizado por Cristo”.
Explicó que en casi todos los mitos antiguos, la víctima es el vencido y el verdugo el vencedor. “Jesús cambió el signo de la victoria. Ha inaugurado un nuevo tipo de victoria que no consiste en hacer víctimas, sino en hacerse víctima”.
“El valor moderno de la defensa de las víctimas, de los débiles y de la vida amenazada nació sobre el terreno del cristianismo, es un fruto tardío de la revolución llevada a cabo por Cristo”.
Por ello, en cuanto se abandona la visión cristiana, “se pierde esta conquista y se vuelve a exaltar al fuerte, al poderoso”.
“Por desgracia, sin embargo, la misma cultura actual que condena la violencia, por otro lado, la favorece y exalta. Se rasgan las vestiduras frente a ciertos actos de sangre, pero no se dan cuenta de que se les prepara el terreno con lo que se anuncia en la página de al lado del periódico o en el programa siguiente de la televisión”.
Junto a la violencia juvenil y la violencia contra los niños, Cantalamessa señaló la violencia contra la mujer, “tanto más grave en cuanto que tiene lugar al abrigo de los muros del hogar, sin que nadie lo sepa, cuando no incluso se justifica con prejuicios pseudo-religiosos y culturales”.
“La violencia contra la mujer no es nunca tan odiosa como cuando se produce allí donde debería reinar el respeto y el amor recíprocos, en la relación entre marido y mujer”.
El predicador propuso, a imitación de Juan Pablo II, una “petición de perdón por los errores colectivos”, el “perdón que una mitad de la humanidad debe pedir a la otra mitad, los hombres a las mujeres”.
“Ésta no debe quedarse en genérica y abstracta. Debe llevar, especialmente a quien se profesa cristiano, a gestos concretos de conversión, a palabras de perdón y de reconciliación dentro de las familias y de la sociedad”, afirmó.
“También hacia la mujer que se ha equivocado, ¡qué contraste entre la actuación de Cristo y la que aún tiene lugar en ciertos ambientes!”, añadió, citando el pasaje evangélico del juicio de la adúltera. “El adulterio es un pecado que se comete siempre en dos, pero por el cual uno solo ha sido (y en algunas partes del mundo lo es todavía) castigado”.
“Hay familias donde aún el hombre se considera autorizado a levantar la voz y las manos sobre las mujeres de la casa. Mujeres e hijos viven a veces bajo la constante amenaza de la 'ira de papá'”.
“A estos tales habría que decirles amablemente: 'Queridos compañeros hombres, creándonos varones, Dios no ha pretendido darnos el derecho de enfadarnos y dar puñetazos en la mesa por cualquier pequeñez. La palabra dirigida a Eva después de la culpa, Él (el hombre) te dominará, era una amarga previsión, no una autorización”.
Ignoro si el P. Cantalamessa preveu que també l'Església com a institució demani perdó a les dones, i sobretot faci els canvis necessaris perquè la dignitat que diuen que tenim es vegi ben clarament i no només es pressuposi. De tota manera, jo agraeixo que algú -vull dir, algun home- comenci a dir aquestes coses en veu alta dintre de l'Església i a dalt de tot. Què pensen fer per inculcar-ho a tot el poble de Déu?